La enseñanza religiosa escolar
Por Mª Jesús Fabià
Profesora de Religión
La enseñanza religiosa escolar –ERE– es una asignatura de oferta obligatoria para los centros cumpliendo con el derecho constitucional y los acuerdos Iglesia-Estado, y voluntaria para los alumnos, que es elegida por los padres en un porcentaje de un 60% en los colegios públicos.
Se trata de una asignatura con carácter académico, con una programación, objetivos, contenidos, metodología y evaluación similares a otras materias del currículo. No es catequesis, pues para ello está la familia y las parroquias. Los contenidos adaptados a los diferentes niveles de los alumnos tratan de dar respuestas y sentido a la vida por medio de los valores occidentales basados en el cristianismo y de relaciones sociales interpretadas con los valores del evangelio: conocer nuestra cultura, fiestas, literatura; el arte en nuestros museos, en los edificios y en las calles, en basílicas, ermitas, catedrales; en la historia y la música…
Los alumnos que no optan por la Religión tienen otra asignatura llamada “Valores éticos” en la ley vigente de la LOMCE. Esta materia espejo ha ido cambiando a lo largo de todas las leyes que se han ido sucediendo, desde Ética-valores, Juegos, Sociedad cultura y religión (que no llegó a implantarse) y siempre se ha luchado y trabajado desde algún sindicato y el arzobispado para que la religión tuviese el carácter de asignatura y equiparar a todo el alumnado sin discriminación alguna.
Con la nueva ley LOMLOE volvemos a una situación difícil y con el claro objetivo de querer eliminar la religión del currículo escolar, ya que no ofertan alternativa y no tiene validez académica, atentando con la libertad de los padres de no poder elegir la religión católica para sus hijos.
Como dato importante en muchos países de Europa, o incluso organizaciones como la Unesco o el Consejo de Europa asumen la necesidad de contemplar el conocimiento de las distintas creencias en la escuela, asumiendo el respeto y la tolerancia. Las creencias deben estar presentes en el currículo escolar de forma digna y es un derecho de los padres y de los alumnos. Es decir, con carga lectiva suficiente para la Religión, con alternativa curricular y con evaluación académica.
El profesorado de religión, con su titulación pertinente y con la preparación necesaria, reciclaje y formación año tras año enseña, educa y transmite los conocimientos y contenidos propuestos por la Conferencia episcopal, los valores cristianos y el estilo de vida basado en la persona de Jesús. Él pertenece al claustro, trabaja y se esfuerza por el buen funcionamiento del cole y por el bien de todos los alumnos y sus familias.
Año tras año, las familias y educadores demandan la dimensión religiosa en la tarea educativa de la escuela. Si hablamos de libertad y democracia, ¿dónde está el problema? Es un tema de respeto a la libertad de los padres y a los derechos de los alumnos ya que no se impone a nadie, pero para muchas familias es fundamental en la educación de sus hijos.